lunes, 1 de octubre de 2012

Y vamos creciendo...


Pensé que había escrito cuando nació Daniel, pero hoy me he sentado, me he acordado del blog, y mi sorpresa es ver mi última entrada...¡¡ni tiempo¡¡... Daniel al final salió de mi panza, y todo fue genial, me hicieron cesárea, después de horas de dolores, Daniel no quería salir y al final lo sacaron, el pobre venia con doble vuelta de cordón en el cuello, ¡¡pobrecito¡¡... pase unas horas "horribles",de dolores, de nervios, de ver que Daniel no salía, yo no dilataba,mi temor a que le pasara algo, horas horribles pero bonitas a la vez, difíciles de explicar,pero estaba contenta porque después de tantos meses por fin le íbamos a ver la cara,porque en 9 meses no se dejo ver ni en una ecografía, y sí, estaba como loca por ver como sería... al momento de empezar la cesaría y notar unos movimientos, tirones, oí el llantito de Daniel, y por fin respire...es un momento emocionante, se te olvidan las horas de dolores, de sufrimiento, le ves la carita, sus manos... ¡¡momentazo¡¡. Lo peor era que después de este momentazo tenía que estar sola en la sala de despertar dos largas horas, y estaba que me subía por las paredes, ¿como iba a estar sola dos horas sin poder hablar con nadie del momentazo que había vivido? ¿no era posible?, Daniel nació a las 9 y a la 1 de la madrugada llegué a la habitación,estaba como loca por ver a mi marido, a mi madre y poder contar mi experiencia, estaba como loca, por volver a ver a Daniel, pero ya me habían dicho que hasta por la mañana no me lo llevarían a la habitación... Me encontré con mi madre y marido y no podía parar de llorar, todo lo que había vivido en el quirófano y todo con gente desconocida,que alegría ver a los míos, esa noche se quedó mi madre a dormir conmigo, y no paramos de hablar hasta las 6 de la mañana, yo parecía un loro...no paraba, mi madre se caía del sueño y yo no paraba....le explique minuto por minuto, y solo repetía, ¡¡mama que lo traigan ya¡¡... ¡¡mama cuanto he sufrido¡¡ jajajajajaja.... Se hizo de día rápido y trajeron a Daniel... ¡¡que monada por dios¡¡ me lo comía a besos... Que sensación tan rara... volvía a ser madre y era otra experiencia totalmente diferente...solo pensaba en Martina cuando lo viera, cual sería su reacción, se lo iba a comer a besos... Daniel era buenisimo, ni lloraba, muy tranquilito.. y nosotros encantados...(continuará).